Para andar, guardar, buscar, hacer o no hacer hay que conocer porque no dice andar en cualquier cosa, sino más bien en la ley de Dios, en sus testimonios, su camino. Así que la verdadera felicidad viene de escudriñar las Escrituras, conocer y obedecer la Palabra de Dios.
Andar, es más que leer, más que estudiar, más que recitar de memoria, es obedecer, es vivirla.
Que Dios te bendiga, acompáñame mañana con el siguiente versículo de la Biblia!
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