Dios pudo haber parecido muy lento para estos creyentes cuando afrontaban la persecución cada día y anhelaban ser librados. Pero Dios no es lento y no actúa de acuerdo con nuestra medición de tiempo (Salmos 90:4) Jesucristo está esperando que más pecadores se arrepientan y se vuelvan a Él. No debemos sentarnos a esperar, sino vivir con la consigna de que el tiempo es corto y tenemos una tarea importante que realizar. Debes estar listo para encontrarse con Cristo en cualquier momento.
Que Dios te bendiga, nos vemos mañana con el siguiente versículo!
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