¿Podemos en realidad hacer todo? El poder que recibimos en nuestra unión con Cristo es suficiente para hacer su voluntad y enfrentar los desafíos que surgen al comprometernos en realizarla. Él no nos concede habilidades superhumanas para lograr cualquier cosa que podamos imaginar sin prestar atención a sus intereses.
En la medida en que todo parezca más difícil, enfrentes problemas, presiones y pruebas; cuando esto acontezca, pídale a Cristo que te fortalezca.
Que Dios te bendiga, nos vemos mañana con el siguiente versículo!
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