Es fácil decir que amamos a Dios cuando no nos cuesta nada más que asistir semanalmente a los cultos. Pero la verdadera prueba de nuestro amor a Dios consiste en cómo tratamos a quienes están delante de nosotros: los miembros de nuestra familia Biológica, espiritual y los amigos. No podemos amar a Dios si somos negligentes al amar a quienes fueron creados por a su imagen.
Que Dios te Bendiga, nos vemos mañana con el siguiente Versículo!!
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