En esta carta Pablo usó palabras fuertes para los de Corinto, pero prefirió empezarla con una nota positiva. Afirmó el privilegio que tenían de pertenecer al Señor y recibir su gracia, el poder que Dios da a los que hablan de Él y entienden su verdad, y la realidad de los dones espirituales. Cuando tengamos que corregir a otros, ayudaría empezar refiriéndonos a lo que Dios ya ha logrado en ellos.
Que Dios te bendiga grandemente y no olvides acompañarme mañana con el siguiente versículo!
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