El propósito de los hipócritas era y es distinto. Aunque profesaban ofrecer servicio a Dios, en realidad querían obtener gloria para si mismos, y no para Dios. En esto eran falsos ("hipócritas"). Querían llamar la atención de la gente a su acto de dar a los pobres, que la gente se diera cuenta de la generosidad de ellos. Querían ser "alabados" por la gente (que la gente dijera, "¡Qué generosos y piadosos son estos hombres!"). La recompensa que buscaban era el honor, la admiración y la alabanza de la gente. Profesaban servir a Dios, pero no buscaban la aprobación de Dios.
Debemos tener cuidado a la hora de hacer algo para el Señor o al ayudar a otras personas, pensando en que si las hago obtendré la admiración de los demás, pues haciendo esto no voy a obtener la recompensa de parte de Dios.
Todo lo que hagas, hazlo para el Señor y sólo él te recompensará.
Que Dios te bendiga, y no olvides mañana acompañarme con el siguiente versículo!
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