Nuestro gozo, oraciones y agradecimiento a Dios no debieran flutuar con nuestras circunstancias o estados de ánimo. Obedecer estos tres mandamientos -estad siempre gozosos, orad sin cesar y dad gracias en todo- generalmente va contra inclinación natural. Cuando hacemos una decisión consciente para hacer lo que Dios dice, empezamos a ver a la gente desde una nueva perspectiva. Cuando hacemos la voluntad de Dios, descubrimos que es fácil estar gozoso y ser agradecido.
Que Dios te bendiga, acompañame mañana con el siguiente versículo.
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