No podemos imaginar todo lo que Dios tiene reservado para nosotros en esta vida y en la eternidad. Creará un cielo nuevo y una tierra nueva (Isaías 65:17, Apocalipsis 21:1), y viviremos con Él para siempre.
Mientras tanto, el Espíritu Santo nos consuela y guía. Al saber el futuro maravilloso y eterno que nos espera, nos da esperanza y valor para seguir adelante en esta vida, para tolerar las dificultades y evitar que cedamos a la tentación. En este mundo no es todo lo que es.
Lo mejor aún esta por venir.
Que Dios te bendiga, nos vemos mañana con el siguiente versículo!!
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