Se ha sentido estancado en su fe alguna vez, como si todo lo hiciera automáticamente? ¿Acaso ha establecido el pecado una brecha entre usted y Dios, haciéndolo parecer distante?
David se sentía así. Pecó con Betsabé y el profeta Natán acababa de confrontarlo. En su oración a Dios suplicó: "Vuélveme el gozo de tu salvación". Dios quiere que estemos cerca de Él y que experimentemos su vida plena y completa. Pero el pecado inconfesado hace que esa intimidad sea imposible. Confiese su pecado a Dios. Aún así tendrá que enfrentarse a las consecuencias terrenales, como lo hizo David, pero Dios le devolverá el gozo de andar con Él.
Que Dios te bedniga, nos vemos mañana con el siguiente versículo!
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