Ciertamente sería sorprendente si usted plantara maíz y brotaran calabazas. Es una ley de vida, tanto espiritual como física, que uno cosecha lo que siembra. Si uno chismea a sus amigos, los pierde. Cada acción tiene resultados. Si usted planta para sus propios deseos, cosechará lamentos y maldad. Si planta para agradar a Dios, cosechará gozo y vida eterna
¿Qué tipo de semillas está sembrando en tu vida?
Que Dios te bendiga, nos vemos mañana con el siguiente versículo!
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