La palabra gobernar proviene del lenguaje que emplean los atletas. Pablo nos dice que debemos dejar que la paz de Cristo sea el árbitro en nuestros corazones. Nuestros corazones son el centro de conflicto porque allí nuestros sentimientos y deseos se oponen: nuestros temores y esperanzas, nuestro recelo y confianza, nuestro celo y amor. ¿Cómo podemos enfrentar estos conflictos constantes y vivir en la forma que Dios quiere? Pablo explica que debemos decidir entre elementos conflictivos en base a la paz: ¿Qué elección promoverá paz en nuestras almas y en nuestras iglesias?
LA PAZ DE DIOS Y EL AMOR
Que Dios te bendiga y nos vemos mañana con el siguiente versículo!
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