Aquí Pablo resume las buenas nuevas: Dios vino al mundo para salvar a los pecadores, y ningún pecador está excluido de su poder salvador. Jesús no vino meramente para mostrarnos cómo vivir una mejor vida o para desafiarnos a ser mejores personas. Él vino para ofrecernos salvación que nos lleve a la vida eterna, porque Él no quiere que nadie se pierda.
¿Has aceptado su ofrecimiento?
Pablo se llama a sí mismo el peor, o <el primero> de los pecadores. Consideramos a Pablo un gran héroe de la fe, pero él nunca se vio a sí mismo de esa manera porque se acordaba de su vida antes de conocer a Cristo. Mientras más comprendía la gracia de Dios, más consciente era de su propia pecaminosidad. La vida de cada cristiano debería estar marcada por humildad y gratitud. Nunca olvides que tú también eres un pecador salvado por gracia.
Que Dios te bendiga y nos vemos mañana con el siguiente versículo!
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