En la vida cristiana batallamos en contra de fuerzas malignas poderosas, encabezadas por Satanás, un luchador vicioso. Para contrarrestar sus ataques, debemos depender de la fortaleza de Dios y usar cada pieza de la armadura de Dios. Necesitamos armarnos con la oración y el ayuno para combatir contra esos ataques que se nos vengan. El Cristiano que no ora, el diablo lo devora, así que si usted no quiere que el diablo hago estragos en su vida, entonces deje la pereza a un lado y luche, ore y ayune por pasar una eternidad en el cielo y no en el infierno.
Que Dios te bendiga y nos vemos mañana con el siguiente versículo!!
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