Todos aquellos que tratan de ser salvos guardando las leyes del Antiguo Testamento pronto se enredan con reglas y ceremonias difíciles de llevar. Pero ahora, en la dispensación de la gracia, a través de Jesucristo y su Espíritu Santo, nos otorga libertad (Romanos 8:1) Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús, Él quita nuestra pesada carga de nuestros hombros y toda culpa. Al confiar en Jesús somo amados, aceptados, perdonados y libertados para vivir para Él.
Que Dios te bendiga y nos vemos mañana con el siguiente versículo!
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