En contraste con el ladrón (Satanás) que viene para arrebatar la vida, Jesús da vida. La vida que Dios da es abundantemente más rica y plena. Es eterna y, sin embargo, comienza de inmediato. La vida en Cristo se disfruta en un plano más elevado debido a su sobreabundante perdón, amor y dirección.
¿Ha aceptado la vida que le ofrece Cristo?
Que Jesús te bendiga y nos vemos mañana con el siguiente versículo...
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