Dios hace posible que <todas las cosas>, no solo incidentes aislados, redunden en nuestro bien. Esto no significa que todo lo que nos pasa es bueno. Lo malo sigue prevaleciendo en este mundo, pero Dios es capaz de cambiar todas las circunstancias a nuestro favor. Tenga presente que Dios no está ocupado en hacernos felices, sino en cumplir sus propósitos. Note asimismo que esta promesa no es para todos. Es solo para los que aman a Dios y forman parte de los planes divinos. Los <llamados> son todos los que el Espíritu Santo convence y permite que reciban a Cristo. Estas personas tienen una nueva perspectiva, una nueva mentalidad en la vida. Confían en Dios, no en los tesoros de la vida; buscan su seguridad en el cielo, no en la tierra; aprenden a aceptar el dolor y la persecución, no a lamentarlos, porque Dios está con ellos.
Que Jesucristo te bendiga y nos vemos mañana con el siguiente Versículo, feliz día!!
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