Pablo divide a la gente en dos categorías:Los que son de la carne y los que son del Espíritu Santo. Todos estaríamos en la primera categoría si Jesús no nos hubiera ofrecido una vía de escape. Una vez que aceptamos a Jesús, le seguimos porque su senda nos brinda vida y paz. Cada día debemos decidir a conciencia centrar nuestras vidas en Dios. Use la Biblia para ver los mandatos de Dios y sígalos. Pregúntese en cada situación dudosa: 《¿Qué quieres Jesús que haga?》Cuando el Espíritu Santo le muestre lo que es bueno, hágalo con alegría.
Dios te bendiga y feliz fin de semana.
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