El pueblo de Israel clamaba pertenecer a Dios, pero desobedecieron y solo cumplían los ritos externos. Por lo tanto, Dios traería juicio sobre ellos. No debemos caer en una rutina de formas cuando adoramos y descuidamos dar a Dios nuestro amor y devoción.
Si queremos que se nos llame pueblo de Dios, debemos ser obedientes y adorarle con sinceridad.
Que Dios les continué bendiciendo en este día!, nos vemos mañana con el siguiente Versículo!!
Publicar un comentario